domingo, 19 de octubre de 2008

LAS TRES MONTAÑAS

LAS TRES MONTAÑAS

MENSAJE DE NAVIDAD 1972 – 1973

SAMAEL AUN WEOR

CAPÍTULO I

MI INFANCIA

No está de más aseverar solemnemente que nací con enormes inquietudes espirituales; negarlo sería un absurdo.

Aunque a muchos les parezca algo insólito e increíble, el hecho concreto de que haya alguien en el mundo que pueda recordar en forma íntegra la totalidad de su existencia, incluyendo hasta su propio suceso del nacimiento, quiero aseverar que yo soy uno de esos.

Después de todos los consabidos procesos natales, muy limpio y hermosamente vestido, deliciosamente fui colocado en el lecho materno junto a mi madre...

Cierto gigante muy amable, acercándose a aquel sagrado lecho, sonriendo dulcemente me contemplaba, era mi padre.

Huelga decir claramente y sin ambages, que en el amanecer de cualquier existencia andamos originalmente en cuatro patas, luego en dos y por último en tres. Obviamente la postrera es el bastón de los ancianos.

Mi caso en modo alguno podía ser una excepción a la regla general. Cuando tuve once meses quise caminar y es evidente que lo logré, sosteniéndome firmemente sobre mis dos pies.

Todavía recuerdo plenamente aquel instante maravilloso en que, entrelazando mis manos sobre la cabeza, hiciera solemnemente el signo masónico de socorro: "ELAI B" NE AL’MANAH".

Y como quiera que todavía no he perdido la capacidad de asombro, debo decir que lo que sucedió entonces me pareció maravilloso. Caminar por vez primera con el cuerpo que a uno le ha dado la Madre Natura, es fuera de toda duda un prodigio extraordinario.

Muy serenamente me dirigí hasta el viejo ventanal desde el cual podía verse claramente el abigarrado conjunto de personas que aquí, allá, o acullá, aparecían o desaparecían en la calleja pintoresca de mi pueblo.

Agarrarme a los barrotes de tan vetusta ventana, fue para mi la primera aventura; afortunadamente mi padre ‑hombre muy prudente ‑ conjurando con mucha anticipación cualquier peligro, había colocado una malla de alambre en la balaustrada, a fin de que yo no fuese a caer en la calle.

¡Ventana muy antigua de un alto piso! ¡Cuánto la recuerdo! Vieja casona centenaria donde diera mis primeros pasos...

Ciertamente en esa deliciosa edad, amaba los encantadores juguetes con que los niños se divierten, más esto en modo alguno interfería mis prácticas de meditación.

Por esos primeros años de la vida en que uno aprende a caminar, acostumbraba sentarme al estilo oriental para meditar...

Entonces estudiaba en forma retrospectiva mis pasadas reencarnaciones y es ostensible que me visitaban muchas gentes de los antiguos tiempos.

Cuando concluía el éxtasis inefable y retornaba al estado normal común y corriente, contemplaba con dolor los muros vetustos de aquella centenaria casa paternal, donde yo parecía, a pesar de mi edad, un extraño cenobita...

¡Cuán pequeño me sentía ante esos toscos murallones! Lloraba... ¡Sí! como lloran los niños...

Me lamentaba diciendo: ¡Otra vez en un nuevo cuerpo físico! ¡Cuán dolorosa es la vida! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!...

En esos precisos instantes acudía siempre mi buena madre con el propósito de auxiliarme, a tiempo que exclamaba: "El niño tiene hambre, tiene sed," etc., etc., etc.

Jamás he podido olvidar aquellos instantes en que alegre corría por los solariegos corredores de mi casa...

Entonces me acaecían insólitos casos de Metafísica trascendente: Me llamaba mi padre desde el umbral de su recámara; yo le veía en ropas de dormir y cuando intentaba acercarme a él, se esfumaba perdiéndose en la dimensión desconocida...

Empero, confieso sinceramente que este tipo de fenómenos psíquicos me eran muy familiares. Entraba sencillamente en su alcoba y al verificar en forma directa que su cuerpo físico yacía dormido entre el perfumado lecho de caoba, me decía a mi mismo lo siguiente: ¡Ah! lo que sucede es que el alma de mi padre está afuera porque su cuerpo carnal en estos momentos está durmiendo.

Por aquellos tiempos comenzaba el cine mudo y muchas gentes se reunían en la plaza pública durante la noche, para distraerse observando películas al aire libre en la rudimentaria pantalla: una sábana bien templada, clavada en dos palos debidamente distanciados...

Yo tenía en casa un cine muy diferente: me encerraba en una recámara oscura y fijaba la mirada en la barda o pared. A los pocos instantes de espontánea y pura concentración, se iluminaba espléndidamente el muro cual si fuese una pantalla multidimensional, desapareciendo definitivamente las bardas; surgían luego de entre el infinito espacio, paisajes vivientes de la gran naturaleza, gnomos juguetones, silfos aéreos, salamandras del fuego, ondinas de las aguas, nereidas del inmenso mar, criaturas dichosas que conmigo jugueteaban, seres infinitamente felices.

Mi cine no era mudo, ni en él se necesitaba a Rodolfo Valentino, o a la famosa Gatita Blanca de los Tiempos idos.

Mi cine era también sonoro y todas las criaturas que en mi pantalla especial aparecían, cantaban o parlaban en el Orto purísimo de la divina lengua primigenia, que como un río de oro corre bajo la selva espesa del sol.

Más tarde, al multiplicarse la familia, invitaba a mis inocentes hermanitos y ellos compartían conmigo esta dicha incomparable mirando serenamente las figuras astrales en la extraordinaria barda de mi oscura recámara...

Fui siempre un adorador del Sol y tanto al amanecer como al anochecer subía sobre la techumbre de mi morada (porque entonces no se usaban las azoteas) y sentado al estilo oriental como un yogui infantil, sobre las tejas de barro cocido, contemplaba al astro rey en estado de éxtasis, sumiéndome así en profunda meditación: buenos sustos se llevaba mi noble madre viéndome caminar sobre la morada...

Siempre que mi anciano padre abría la vieja puerta del guardarropa, sentía como si me fuese a entregar aquella singular chaqueta o casaca de color púrpura en la que lucían dorados botones...

Vieja prenda del vestir caballeresco que usara con elegancia en aquella mi antigua reencarnación en que me llamara Simeón Bleler; a veces se me ocurría que entre ese armario viejo pudieran también estar guardados espadas y floretes de los antiguos tiempos.

No se si mi padre me comprendiera; pensaba tal vez que pudiera entregarme objetos de esa antepasada existencia; el anciano me miraba y en vez de tales prendas me entregaba una carreta para que con ella jugara; juguete de dichas inocentes en mi infancia...

CAPÍTULO II

RELIGIÓN

Enseñado en buenos modales, confieso francamente y sin ambages, que fui educado de acuerdo con la religión oficial de mi pueblo.

Travesear con alguien, por el desván, en plena liturgia, siempre me pareció abominable...

Desde niño tuve el sentido de veneración y respeto. No quise jamás encogerme de hombros en pleno culto; nunca me agradó escabullirme de entre mis sagrados deberes, ni reírme, ni burlarme de las cosas santas.

Sin querer ahora enredarme entre espinas y zarzales, debo tan sólo decir que en tal secta mística ‑no importa cual sea su nombre ‑ encontré principios religiosos comunes en todas las religiones confesionales del mundo. Citarlos ahora, es conveniente para bien de la Gran Causa.

CIELOS

Los hallamos en toda religión confesional aunque con diversos nombres; empero, estos son siempre nueve, como dijera con tanto acierto el Dante Florentino, en su clásico poema de la Divina Comedia.

1.) Cielo de la LUNA (Mundo Astral).

2.) Cielo de MERCURIO (Mundo Mental).

3.) Cielo de VENUS (Mundo Causal).

4.) Cielo de SOL (Mundo BÚDHICO o INTUICIONAL).

5.) Cielo de MARTE (MUNDO ÁTMICO. Región de ATMAN).

6.) Cielo de JÚPITER (EL NIRVANA).

7.) Cielo de SATURNO (Mundo PARANIRVÁNICO).

8.) Cielo de URANO (Mundo MAHAPARANIRVÁNICO).

9.) Cielo de NEPTUNO (EL EMPÍREO).

Resulta palmario manifiesto que estos nueve cielos enhorabuena citados, están también dentro de nosotros mismos, aquí y ahora, y se penetran y compenetran mutuamente sin confundirse.

Obviamente estos nueve cielos se hallan ubicados en nueve dimensiones superiores; ostensiblemente se trata de nueve universos paralelos.

INFIERNOS

No está de más en este esotérico Mensaje de Navidad 1972‑1973, recordar con cierto énfasis muy singular a los diversos infiernos religiosos...

Evoquemos con solemnidad, hagamos memoria, de los múltiples infiernos prehistóricos e históricos.

Remembranza, reminiscencias, existe por doquiera sobre infiernos Chinos, Mahometanos, Budistas, Cristianos, etc., etc., etc...

Resulta incuestionable que todos esos variados infiernos sirven de símbolo para el mundo mineral sumergido...

Claramente, el Dante, discípulo maravilloso de Virgilio el Poeta de Mantua, descubre con asombro místico la íntima relación existente entre los nueve círculos Dantescos y los nueve cielos...

"EL BARDO THODOL", “LIBRO TIBETANO DE LOS ESPÍRITUS DEL OTRO MUNDO”, resalta magnífico ante nuestros ojos haciéndonos ver la cruda realidad de los "MUNDOS‑INFIERNOS", dentro del interior del organismo planetario en que vivimos.

Es indubitable que los Nueve Círculos Dantescos dentro del interior de la Tierra, se corresponden científicamente con las nueve INFRADIMENSIONES sumergidas bajo la región tridimensional de EUCLIDES.

Resulta palmario y claro, la existencia cósmica de los MUNDOS‑INFIERNOS, en cualquier mundo del espacio infinito.

Obviamente el reino mineral sumergido, no es ciertamente una excepción del planeta Tierra.

ANGELOLOGÍA

Todo el Cosmos es dirigido, vigilado y animado por series casi interminables de Jerarquías de Seres conscientes, teniendo cada uno de ellos una misión que cumplir, y quienes (ya se les llame por un nombre o por otro, Dhyan‑Chohans, Ángeles o Devas, etc.) son Mensajeros tan sólo en el sentido de ser agentes de las Leyes Kármicas y Cósmicas. Varían hasta el infinito en sus grados respectivos de conciencia y de inteligencia y todos ellos son hombres perfectos en el sentido más completo de la palabra.

Múltiples servicios angélicos caracterizan el Amor Divinal. Cada Elohim trabaja en su especialidad. Nosotros podemos y debemos apelar a la protección Angélica.

D I O S

Todas las religiones son perlas preciosas engarzadas en el hilo de oro de la Divinidad.

Es ostensible el amor que todas las místicas instituciones del mundo sienten por lo Divinal: Alá, Brahama, Tao, Zen, I.A.O., INRI, Dios, etc., etc., etc.

El Esoterismo Religioso no enseña ateísmo de ningún tipo, excepto en el sentido que encierra la palabra sánscrita NASTIKA: no admisión de ídolos, incluyendo a ese Dios antropomorfo de la gente ignorante (cosa absurda sería creer en un dictador celeste que sentado allá arriba en un trono de tiranía, lanzara rayos y centellas contra este triste hormiguero humano).

El Esoterismo admite un LOGOS o un "CREADOR" colectivo del universo, un DEMIURGO arquitecto.

Es incuestionable que tal DEMIURGO no es una Deidad personal como muchos equivocadamente suponen, sino sólo la colectividad de los DHYAN CHOHANS, Ángeles, Arcángeles y demás fuerzas. DIOS


El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.


Escrito está con caracteres de fuego en el libro resplandeciente de la vida, que Dios es el Ejército de la Voz, la Gran Palabra, El Verbo.





"En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios".

"Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho".

Es algo palmario y manifiesto, que cualquier hombre auténtico que logre realmente la perfección, ingresa por tal motivo en la corriente del sonido, en las milicias celestes constituidas por los Budhas de compasión, Ángeles, Espíritus Planetarios, Elohim, Rishi‑Prajapatis, etc., etc., etc.

Se nos ha dicho con gran énfasis que el LOGOS suena y eso es obvio. EL DEMIURGO, El Verbo, es unidad múltiple perfecta.

Quien adora a los Dioses, quien les rinde culto, puede capturar mejor la honda significación de las diversas facetas divinales del DEMIURGO arquitecto.

Cuando la humanidad se burló de los Dioses Santos, cayó herida de muerte en el grosero materialismo de esta edad de hierro.

LUCIFER

Podemos y hasta debemos eliminar radicalmente a todos los agregados psíquicos subjetivos, tenebrosos y perversos que llevamos dentro; empero, es incuestionable que jamás podríamos disolver en nosotros mismos, a la sombra del Logos íntimo.

Resulta a todas luces claro y evidente que LUCIFER es la antítesis del Demiurgo Creador, su sombra viviente proyectada en el fondo profundo del MICRO‑COSMOS‑HOMBRE.

LUCIFER es el Guardián de la Puerta y de las llaves del Santuario, para que no penetren en él sino los ungidos que poseen el secreto de Hermes.

Y ya que hemos escrito este tan aborrecible nombre para los oídos piadosos del vulgo, necesario sería consignar también que el LUCIFER esotérico de la Doctrina Arcaica es todo lo contrario de lo que los Teólogos, cual el famoso DES MOUSSEAUX y el Marqués de MIRVILLE; suponen equivocadamente, pues es la alegoría del bien, el símbolo del más alto sacrificio (CHRISTOS‑LUCIFER) de los Gnósticos y el Dios de la sabiduría bajo infinitos nombres.

Luz y sombra, misteriosa simbiosis del Logos Solar, unidad múltiple perfecta, INRI es LUCIFER.

DEMONIOS

Las diversas teogonías religiosas nos pintan como castigados a esos "LOGOI DIVINOS" que, reencarnados en humanos cuerpos, cometieran el error imperdonable de caer en la generación animal.

Esos genios tenebrosos son Ángeles caídos, demonios auténticos en el sentido más completo de la palabra.

Resulta absurdo aseverar que tales rebeldes hubiesen dado la mente al hombre; es obvio que esos ángeles caídos son verdaderos fracasos cósmicos.

Es muy oportuno en estos instantes recordar los nombres inhumanos de ANDRAMELEK, BELIAL, MOLOCH, BAEL, etc., cuyas horrendas abominaciones pueden ser estudiadas por cualquier adepto de la Logia Blanca, en los registros AKHÁSICOS de la Naturaleza.

Distíngase entre lo que es una caída esotérica y lo que es una bajada.

Evidentemente esos ÁNGELES REBELDES no bajaron, cayeron y eso es diferente.

EL LIMBO

Versados en la Historia Universal, bien sabemos en forma íntegra lo que es realmente el ORCO de los clásicos Griegos y latinos; el LIMBO de los esoteristas cristianos.

No está de más en este tratado, enfatizar la idea trascendental de que el LIMBO es ciertamente la antesala de los MUNDOS‑INFIERNOS...

Todas las cuevas conocidas y por conocer forman una basta e ininterrumpida red que abarca por entero al planeta Tierra, constituyendo el ORCUS de los clásicos ‑como ya dijimos en renglones arriba ‑ el LIMBO auténtico del esoterismo Gnóstico... el otro Mundo, en fin, donde vivimos después de muertos.

Corresponde al LIMBO aquella mística y terrible alegoría que dice: "Allí viven aquellos niños inocentes que murieron sin haber recibido las aguas del bautismo".

En Gnóstico esoterismo tales aguas son de tipo genesiaco y constituyen el ENS SEMINIS. (La entidad del semen como dijera Paracelso).

El Bautismo sacramental de los diversos cultos religiosos simboliza la SEXO‑YOGA, el Maithuna, la Magia Sexual. En la Médula y en el Semen se encuentra la clave de la salvación y todo lo que no sea por allí, por este camino, es ciertamente una pérdida inútil de tiempo.

Niños inocentes son aquellos santos que no trabajaron con las aguas espermáticas del primer instante. Gentes virtuosas que creyeron posible la AUTO‑REALIZACIÓN INTIMA DEL SER, sin cumplir con el compromiso del sacramento del bautismo; desconocieron la MAGIA‑SEXUAL o la rechazaron enfáticamente.

Sólo Mercurio, el Jefe y evocador de las almas, tomando el Caduceo de la Sabiduría en su diestra, puede evocar de nuevo a la vida a las infelices criaturas inocentes precipitadas en el ORCO.

Sólo él, el archimago y hierofante puede hacerlas renacer en ambientes propicios, para el trabajo fecundo y creador en la "Forja de los Cíclopes".

Así es como Mercurio, el Nuncio y el Lobo del Sol hace ingresar a las almas del LIMBO en las milicias celestes...

PURGATORIO

Definamos el Purgatorio así: Región molecular inferior; zona de tipo Sub‑Lunar; Astral sumergido (KAMA‑LOKA secundario).

En el mundo Purgatorial debemos freír las semillas del mal; aniquilar larvas infra‑humanas de todo tipo; purgarnos de toda corrupción; Purificarnos radicalmente.

El Dante Alighieri hablando sobre el purgatorio dice:

"Nos aproximamos hasta llegar al sitio que antes me había parecido ser una rotura, semejante a la brecha que divide un muro; y vi una puerta, a la cual se subía por tres gradas de diferentes colores, y un portero que aún no había proferido ninguna palabra".

"Y como yo abriese cada vez más los ojos, le vi sentado sobre la grada superior, con tan luminoso rostro, que no podía fijar en él la vista. Tenía en la mano una espada desnuda, que reflejaba sus rayos hacia nosotros de tal modo, que en vano intenté fijar en ella mis miradas".

"Decidme desde ahí: ¿Qué queréis? ‑empezó a decir ‑ ¿Dónde está el que os acompaña? Cuidad que vuestra llegada no sea funesta".

"Una dama del cielo, enterada de estas cosas ‑le respondió mi Maestro ‑, nos ha dicho hace poco: "Id allí; aquella es la puerta".

"Ella guía felizmente vuestros pasos ‑replicó el cortés portero‑ llegad, pues y subid nuestras gradas".

"Nos adelantamos; el primer escalón era de mármol blanco, tan bruñido, sólido y tenso, que me reflejé en él tal como soy; el segundo, más oscuro que el color turquí, era de una piedra calcinada y áspera, resquebrajada a lo largo y de través; el tercero, que gravita sobre los demás, me parecía de un pórfido tan rojo como la sangre que brota de las venas. Sobre este último tenía ambas plantas el Ángel de Dios, el cual estaba sentado en el umbral, que me pareció formado de diamante. Mi guía me condujo de buen grado por los tres escalones, diciendo: pide humildemente que se abra la cerradura".

"Me postré devotamente a los pies santos; le pedí por misericordia que abriese, pero antes me di tres golpes en el pecho. Con la punta de su espada me trazó siete veces en la frente la letra "P", y dijo: Procura lavar estas manchas cuando estés dentro".

"Enseguida sacó de debajo de sus vestiduras, que eran del color de la ceniza o de la tierra seca, dos llaves, una de las cuales era de oro y la otra de plata; primero con la blanca y luego con la amarilla, hizo en la puerta lo que yo deseaba".

"Cuando una de las llaves falsea, y no gira con regularidad por la cerradura ‑nos dijo‑, esta entrada no se abre. Una de ellas es más preciosa; pero la otra requiere más arte e inteligencia antes de abrir, porque es la que mueve el resorte".

"Pedro me las dio, previniéndome que más bien me equivocara en abrir la puerta, que en tenerla cerrada, siempre que los pecadores se prosternen a mis pies".

"Después empujó la puerta hacia el sagrado recinto, diciendo: Entrad; más debo advertiros que quien mira hacia atrás vuelve a salir".

"Entonces giraron en sus quicios los espigones de la sacra puerta, que son de metal, macizos y sonoros; y no produjo tanto fragor, ni se mostró tan resistente la de la roca Tarpeya, cuando fue arrojado de ésta el buen Metelo, por lo cual quedó vacía. Yo me volví atento al primer ruido, y me pareció oír voces que cantaban al son de dulces acordes: "TE DEUM LAUDAMOS".

"Tal impresión hizo en mí aquello que oía, como la que ordinariamente se recibe cuando se oye el canto acompañado del órgano, que tan pronto se re-perciben como dejan de percibirse las palabras". (Véase la divina Comedia del Dante).

LA MADRE DIVINA

María o mejor dijera RAM‑IO, es la misma ISIS, JUNO, DÉMETER, CERES, MAYA, La Divina Madre Cósmica, el poder serpentino que subyace en el fondo viviente de toda materia orgánica e inorgánica.

MARIA MAGDALENA

La Bella Magdalena es, fuera de toda duda, la misma Salambo, Matra, Ishtar, Astarté, Afrodita y Venus.

El aura solar de la Magdalena arrepentida, está constituida por todas las esposas sacerdotisas del mundo.

Bienaventurados los hombres que encuentren refugio en esa aura, porque de ellos será el reino de los cielos.

CRISTO

Entre los Persas, CRISTO es ORMUS, AHURA‑MAZDA, la antítesis de AHRIMAN. (SATÁN).

En la tierra sagrada de los Vedas, CRISTO es VISHNÚ, el segundo LOGOS, sublime emanación de BRAHAMA, el primer LOGOS.

EL JESÚS Indostánico es el Avatara KRISHNA. El Evangelio de este Maestro es similar al del Divino Rabí de Galilea.

Entre los Chinos antiguos FU‑HI es el Cristo Cósmico, quien compusiera el famoso I‑KING libro de las leyes y nombrara para bien de la humanidad ministros Dragones.

En el país asoleado de KEM, en la tierra de los Faraones, Cristo era de hecho OSIRIS y quien lo encarnaba pasaba por tal motivo a ser un OSIRIFICADO.

QUETZALCOATL es el CRISTO MEXICANO que ahora mora en la lejana Tule, el Dios Blanco.

INMACULADAS CONCEPCIONES

Es urgente comprender lo que son realmente las inmaculadas concepciones. Estas abundan en todos los cultos antiguos, FU‑HI, QUETZALCOATL, BUDHA y muchos otros son el resultado de inmaculadas concepciones.

El fuego sagrado hace fecundas a las aguas de la vida para que nazca el Maestro en nosotros.

Todo ángel es ciertamente hijo de la Divina Madre Kundalini; ella es realmente virgen antes del parto, en el parto y después del parto.

En nombre de la verdad solemnemente aseveramos lo siguiente: el esposo de Devi Kundalini, nuestra Madre Cósmica particular, es el TERCER LOGOS, el Espíritu Santo, SHIVA el primogénito de la creación; nuestra Monada íntima, individual o mejor dijéramos sobre‑individual.

CAPÍTULO III

ESPIRITISMO

Era yo todavía un chaval de doce primaveras, cuando solícito con alguien que ansioso investigaba los Misterios del más allá, me propuse también inquirir, indagar, investigar en el terreno inquietante del espiritismo.

Entonces con tesón de clérigo en la celda, estudié innumerables obras metafísicas. No está de más citar autores como Luis Zea Uribe, Camilo Flamarion, Kardec, León Denis, César Lombroso, etc.

El primero de una serie de Kardec ciertamente me pareció muy interesante, más, tuve que releerlo tres veces con el ánimo indiscutible de comprenderlo íntegramente.

Posteriormente convertido realmente en un verdadero ratón de biblioteca, confieso con franqueza, sin ambages, que me apasioné con el "Libro de los Espíritus", antes de seguir con muchísimos otros volúmenes de enjundioso contenido.

Con mente impenetrable para cualquier otra cosa que no fuese el estudio, me encerraba muy largas horas dentro de mi casa o en la biblioteca pública, con el anhelo evidente de buscar el camino secreto.

Ahora, sin presumir de sabio, sin vanagloria alguna, sólo deseo en este capítulo dar a conocer el resultado de mis investigaciones en el terreno espiritista.

MÉDIUMS

Sujetos pasivos, receptivos, que ceden su materia, su cuerpo, a los fantasmas metafísicos de ultra‑tumba.

Es incuestionable que el KARMA de la Mediumnidad es la epilepsia. Obviamente los epilépticos fueron médiums en sus vidas anteriores.

EXPERIMENTOS

1.)Cierta Dama, cuyo nombre no menciono, veía constantemente el fantasma de una mujer fallecida; este último le decía al oído muchas cosas.

En solemne sesión espiritista cayó la dama en trance; el fantasma obsesor le indicó a la redicha médium escarbara en determinado lugar de la casa, pues allí ‑se le dijo ‑ encontraría un gran tesoro.

Se siguieron las indicaciones del fantasma; desafortunadamente el tesoro no fue hallado.

Es incuestionable que la fortuna esa, sólo era una simple proyección mental de la psiquis subjetiva de los asistentes. Obviamente esa gente resultaba en el fondo muy codiciosa.

2.)Allende el tiempo y la distancia, muy lejos de esta mi querida tierra mexicana, hube de internarme en el estado Zulia, Venezuela, Sur América.

Huésped de mi anfitrión, en su campestre morada, debe aseverar que por aquellos días fui testigo presenciar de un acontecimiento metafísico insólito.

Conviene ratificar para bien de mis lectores, que mi redicho anfitrión era, fuera de toda duda y dicho sin ambages, un personaje demasiado humilde, de la raza de color.

Es incuestionable que aquel buen señor, por cierto muy generoso con los necesitados, gastaba con salero, de su propiedad, en ricas comilonas.

Residir en el hotel entre gente cultivada o resentirse contra alguien por algún motivo, era para este buen hombre, algo imposible; ciertamente prefería resignarse a la tarea, con su suerte, en los duros infortunios del trabajo.

Huelga decir en gran manera que aquel caballero de marras parecía tener el don de la ubicuidad, pues se le veía por doquier, aquí, allá y acullá.

Cualquier noche de esas tantas ese distinguido caballero, con mucho secreto me invitó a una sesión de espiritismo. Yo, en modo alguno, quise declinar tan amable invitación.

Tres personas reunidas bajo el campesino techo de su hacienda, nos sentamos alrededor de una mesa de tres patas.

Mi anfitrión lleno de inmensa veneración abrió una pequeña caja que jamás abandonaba en sus viajes y de ella extrajo una calavera indígena.

Posteriormente recitó algunas hermosas plegarias y clamó con gran voz llamando al fantasma del misterioso cráneo.

Era la media noche, el cielo estaba encapotado con negros nubarrones que siniestros se perfilaban en el espacio tropical, llovía y truenos y relámpagos hacían estremecer a toda la comarca.

Extraños golpes se sintieron dentro del interior del mueble y luego definitivamente violando la ley de la gravedad, como burlándose de los viejos textos de física, la mesa se levantó del piso.

Después vino lo más sensacional; el fantasma invocado apareció en el recinto y pasó junto a mí.

Por último la mesa se inclinó hacia mi lado y la calavera que sobre este mueble se encontraba, vino a posarse en mis brazos.

¡Ya basta! exclamó mi anfitrión. La tempestad está muy fuerte y en estas condiciones tales invocaciones resultan muy peligrosas. En esos instantes un trueno espantoso hizo palidecer el rostro del invocador.

3.)Ambulando cierto día por una de esas viejas callejas de la ciudad de México, D.F., movido por una extraña curiosidad hube de penetrar con otras personas en una antigua casona, donde para bien o para mal, funcionaba un centro espiritista o espiritualista.

Exquisito salón extra‑superior de muchas campanillas y con bastante gente emotiva, delicada y de marca mayor.

Sin pretender en modo alguno exponerme a un riesgo, muy respetuosamente tomé asiento frente al estrado.

Empaparme en las doctrinas de los médium espiritistas, discutir, o empezar a arrojar con mal en términos amistosos y con fingidas mansedumbres y poses pietistas, ciertamente no fue mi propósito al entrar en tal recinto.

Sólo quería tomar nota de todos los detalles con flexible entendimiento y singular cordura.

Ensayarse a orar en el hablar para recitar en público prepararse con anticipación, ciertamente es algo que está en todo tiempo excluido de la mentalidad espiritista.

Paciente la sacra cofradía del misterio, aguardaba con anhelo místico voces y palabras surgidas de ultratumba.

Independiente de los demás en sus diagnósticos, idóneo para algo bien nefasto, un caballero de cierta edad cae en trance, convulsivo se estremece como cualquier epiléptico, sube a la tarima, ocupa la tribuna de la elocuencia y toma la palabra.

"Aquí, entre vosotros, JESÚS de NAZARET el CRISTO" exclama con gran voz aquel infeliz poseso.

En esos instantes terroríficos vibra horripilante la tarima engalanada con cirios y flores ‑el altar de los Baales ‑, y todos los devotos caen en tierra prosternados.

Yo, sin querer turbar en el desempeño a nadie, serenamente me dediqué a estudiar al Médium con mi sexto sentido.

Traspasado de angustia pude verificar ciertamente la cruda realidad de aquel insólito caso metafísico. Obviamente se trataba de un impostor siniestro e izquierdo que explotaba la credulidad ajena haciéndose pasar por Jesucristo.

Con mi sentido clarividente observé a un Mago negro ataviado con roja túnica color sangre.

El tétrico fantasma metido entre el cuerpo físico del médium, aconsejando a los consultantes, procuraba hablar con tono Jesucristiano a fin de que los fanáticos aquellos no lo descubriesen.

Concluida aquella horripilante sesión, me retiré del recinto con el ardiente deseo de no regresar jamás allí.

4.)Vivir a placer, con su familia, de favor, en paz para trabajar, por obra de magia, sobre la tierra, es ciertamente algo muy romántico.

Empero, abalanzarse a los riesgos suele a veces ser indispensable cuando se trata de procurar para los demás todo el bien posible.

Franqueado de murallas intelectivas quise florecer en sabiduría y sin desfallecer en fuerzas, viajé muy joven por diversos lugares del mundo.

Allende el tiempo y la distancia, en la remota lejanía de una comarca suramericana conocida popularmente con el típico nombre del Quindío, muy flexible al entendimiento, hube de relacionarme con un médium espiritista que trabajaba como herrero.

Sin trabucarse jamás en discusión alguna, aquel obrero laboraba tranquilo en su rojiza forja.

Extraño encasquillador espiritista; místico señor de broncínea figura; atlética personalidad cenobita.

¡Válgame Dios y Santa María! Yo le vi en siniestro e izquierdo trance mediumnímico poseído por Belcebú, Príncipe de los Demonios.

Todavía recuerdo aquellas palabras tenebrosas con las cuales el poder de las tinieblas cerrara la sesión:"BEL TENGO MENTAL LA PETRA Y QUE A EL LE ANDUBE SEDRA, VAO GENIZAR LE DES". (luego firmaba: BELCEBÚ).

Herrero paradójico anacoreta. Arrepentido le hallé al siguiente día del izquierdo aquelarre espiritista; entonces juró solemnemente en nombre del eterno Dios viviente no volver a prestar su cuerpo físico al horror de las tinieblas.

Algunas veces le sorprendía en su fragua consultando muy sinceramente el devocionario espiritista de Kardec.

Posteriormente aquel caballero de marras me invitó lleno de místico entusiasmo a otras tantas exhaustivas sesiones mediumnímicas, donde con ansia infinita evocara a: "JUAN HURTADO EL MAYOR".

Sin exageración alguna, para bien de mis amados lectores, debo ahora aseverar oportunamente que el redicho fantasma, parlando con la lengua del médium en trance, se vanagloriaba de poder manifestarse a través de ciento cincuenta médiums en forma simultánea.

Concluir con un discurso (a alguien), de listo, en consonante, es ciertamente muy normal; empero, pluralizarse en ciento cincuenta discursos, simultáneos, diferentes, me pareció en aquella época algo asombroso.

Es incuestionable que por aquella época de mi vida todavía no había analizado el tema ese de la pluralidad del YO, del MI MISMO.

EL EGO

Sin querer extenderme inusitadamente en digresiones de ninguna especie, enfatizo muy sinceramente aquello que en forma directa he experimentado plenamente.

El redicho EGO obviamente carece de todo aspecto Divinal, auto‑enaltecedor y dignificante.

Permítasenos la libertad de disentir con aquellas personas que presuponen la existencia de dos Yoes; uno de tipo superior, otro de clase inferior.

Ciertamente y en nombre de la verdad certificamos sin incongruencia alguna, el tremendo realismo bien informado de que sólo existe en cada sujeto un YO PLURALIZADO y terriblemente perverso.

Esta convicción de fondo se afianza en la experiencia vivida del autor del presente tratado esotérico.

En modo alguno necesitamos exteriorizar ideas inmaduras; jamás cometeríamos el desatino de aseverar utopismos descabellados.

Nuestra aserción tiene muy abundante documentación en todos los libros sagrados de los antiguos tiempos.

Como ejemplo viviente de nuestro aserto, no está de más recordar las cruentas batallas de Arjuna contra sus amados parientes, (los Yoes), en el BHAGAVAD-GITA. (El Canto del Señor).

Ostensiblemente tales agregados psíquicos, subjetivos, personifican evidentemente a todo ese conjunto de defectos psicológicos que llevamos dentro de cada uno de nosotros.

En rigurosa sicología experimental resulta patente el embotellamiento de la conciencia dentro de tales Yoes subjetivos.

Eso que continúa más allá del sepulcro es pues el EGO, un montón de YOES‑DIABLOS, los agregados psíquicos.

Resulta palmaria y manifiesta la identificación de tales agregados psíquicos, en los centros espiritistas o espiritualistas.

Es notorio y evidente que esos Yoes‑Diablos debido a su multiplicidad, pueden entrar en muchos cuerpos mediumnímicos ‑como en el caso de Juan Hurtado el Mayor ‑, para su manifestación.

Cualquier Maestro del SHAMADHÍ podrá evidenciar claramente en estado de éxtasis lo siguiente: Aquellos que a través de los médiums espiritistas se manifiestan, ciertamente no son las almas ni los espíritus de los muertos, sino los Yoes‑Diablos de estos últimos, los agregados psíquicos que continúan más allá en la fosa sepulcral.

Se nos ha dicho con mucho énfasis que durante los estados POST‑MORTEM, continúan los médium convertidos en posesos del Demonio ‑o de los demonios ‑, es incuestionable que después de cierto tiempo concluyen divorciándose de su propio ser Divinal; entonces ingresan a la involución sumergida de los mundos‑infiernos.

CAPÍTULO IV

TEOSOFÍA

Sin ufanarme en modo alguno con tan delicadas y múltiples inquietudes de tipo filosófico y metafísico, confieso francamente y con toda sinceridad que aún no había llegado a las dieciséis primaveras de mi actual existencia, cuando ya me hallaba enfrascado en muchas materias de enjundioso contenido.

Con ansias infinitas me propuse analizar detalladamente los problemas del espíritu a la luz de la ciencia moderna.

Muy interesantes me parecieron por aquella época los experimentos científicos del físico Inglés William Crookes, descubridor insigne de la materia en estado radiante y del Talio, ilustre miembro de la Real Sociedad Británica.

Sensacionales me parecieron las famosas materializaciones del espectro de KATIE‑KING en pleno laboratorio, tema planteado por Crookes en su "Medida de la fuerza psíquica".

Excelentes, excepcionales, maravillosos, me parecieron muchos temas sagrados de la antigüedad tales como: La Serpiente del Paraíso, La Burra de Balaam, Las Palabras de la Esfinge, las voces misteriosas de las Estatuas de Mennon al romper el día, el terrible MENE‑TECEL‑PHARES del festín de Baltasar; el Serafín de Teherán, Padre de Abraham; los Oráculos de Delfos; los Betilos o Piedras Parlantes del Destino, los Menhires Oscilantes y Mágicos de los Druidas; las voces enigmáticas de todos los sangrientos sacrificios necromantes, origen auténtico de toda la tragedia clásica, cuyas revelaciones indiscretas en Prometeo, las Caforas y las Euménides, costaron la vida al Iniciado Esquilo; las palabras de Tiresias, el adivino evocado por Ulises en la Odisea, al borde del hoyo repleto con la sangre del cordero negro propiciatorio; las voces secretas que Alarico oía mandándole destruir a roma pecadora, y las que la doncella de Orleáns oía también para que exterminase a los ingleses, etc., etc., etc.

Enseñado en buenos modales y sin ensayarme en la oratoria para recitar en público, a los diecisiete años de edad dictaba conferencias en la Sociedad Teosófica.

El Diploma Teosofista lo recibí de manos de Jinarajadasa, ilustre presidente de aquella augusta Sociedad, que en buena hora conociese personalmente.

Seguro de mi mismo en mi carácter estaba entonces muy bien informado sobre los extraños y misteriosos golpes de Rochester, los clásicos fenómenos psíquicos de la granja de los Eddy, donde nació la misma Sociedad Teosófica; había evocadores de las Pitonisas de los antiguos tiempos, sabía de casas encantadas y de apariciones Post‑Mortem y conocía a fondo todos los fenómenos telepáticos.

Incuestionablemente, con tantos datos metafísicos en mi pobre mente acumulados, me había convertido en un erudito muy exigente.

Sin embargo, quise muy sinceramente formar el corazón con el buen criterio Teosofista y por ello me engolosiné con las obras que hallé en la rica biblioteca.

Venero inagotable de Sabiduría Divinal, descubrí con asombro místico en las obradas páginas de la Doctrina Secreta, obra extraordinaria de la Venerable Gran Maestra Helena Petrovna Blavatsky, la sublime mártir del Siglo XIX.

Veamos ahora las siguientes notas, por cierto muy interesantes:

"1885. En su Diary, el Coronel Olcott anota en el día 9 de Enero"."H.P.B., ha recibido del Maestro M., el plan para su Doctrina Secreta". "Es excelente, Oakley y yo intentamos hacerlo la noche pasada, pero este es mucho mejor".

"La conspiración del matrimonio Coulomb obligó a H.P.B., a dejar Adyar y viajar a Europa en Marzo. H.P.B., llevó consigo el preciso manuscrito. Cuando me preparaba para subir al barco, Subba Row me recomendó escribiera LA DOCTRINA SECRETA y le fuera mandado semanalmente lo escrito. Yo le prometí y lo haré... ya que él va a agregar notas y comentarios y después la Sociedad Teosófica la publicará".

"Fue en ese año cuando el Maestro K.H., escribió: Cuando la Doctrina Secreta esté lista, será una triple producción de M., Upasika y mía".

Es evidente que tales notas nos invitan a la meditación. Empero, es ostensible que la V.M., interpretó las enseñanzas adaptándolas a la época.

Agotados los teóricos estudios de tipo Teosóficos, practiqué con intensidad RAYA-YOGA, BHAKTI, JNANA‑Yoga, Karma‑Yoga, etc., etc., etc.

Múltiples beneficios psíquicos obtuve con las Yogas prácticas preconizadas por esa venerada institución.

Como quiera que la meritísima Maestra H.P.B., consideró siempre a la HATHA‑YOGA como algo demasiado inferior, me es dable manifestar que jamás me interesé por tal rama de la YOGA Indostán.

Mucho más tarde en el tiempo, fui invitado a una gran asamblea de la Venerable Gran Logia Blanca, donde en plena Ágora se calificó a la HATHA‑YOGA como auténtica MAGIA NEGRA.

CAPÍTULO V

LA FRATERNIDAD ROSACRUZ

Dieciocho primaveras de adolescente ya tenía en el camino de mi actual reencarnación, cuando hubo de concedérseme el alto honor de ingresar a la Escuela Rosa‑Cruz Antigua. Institución Benemérita en buena hora fundada por el excelentísimo Señor Doctor Arnoldo Krumm Heller, Médico‑Coronel del glorioso Ejército Mexicano; Veterano Ilustre de la Revolución Mexicana; Insigne Catedrático de la Universidad de Medicina de Berlín, Alemania; notable científico; extraordinario políglota.

Impetuoso muchacho me presenté con cierta altivez en aquella "AULA LUCIS", entonces regenteada por un ilustre caballero de esclarecida inteligencia, y sin andarme en muchos cumplidos, por los aires, confieso francamente y sin ambages, que empecé discutiendo y concluí estudiando.

Arrimarse al muro, arrinconarse en la esquina de la sala, arrobado en éxtasis, después de todo me pareció mejor.

Huélgame decir en gran manera y sin mucha prosopopeya, que empapado en muchas intrincadas teorías de enjundioso contenido, sólo anhelaba con ansias infinitas encontrar mi antiguo camino, la senda del "Filo de la Navaja".

Excluyendo cuidadosamente todo SEUDO‑PIETISMO y vana palabrería insustancial de charla ambigua, definitivamente resolví combinar teoría y práctica.

Sin prostituir la inteligencia al oro, preferí ciertamente prosternarme humildemente ante el Demiurgo creador del Universo.

Riquísimo venero inagotable de esplendores exquisitos, encontré gozoso en las magníficas obras de Krumm Heller, Hartman, Eliphas Levi, Steiner, Max Heindel, etc., etc., etc.

Sin verborrea alguna, seriamente, sinceramente, declaro enfáticamente que por aquella época de mi actual existencia me estudié ordenadamente toda la biblioteca Rosacrucista.

Con ansias infinitas buscaba en el camino a un viandante que poseyese algún bálsamo precioso para sanar mi adolorido corazón.

Sufría espantosamente y clamaba en la soledad invocando a los Santos Maestros de la Gran Logia Blanca.

El gran KABIR Jesús dijo: "Golpead y se os abrirá", "pedid y se os dará", "buscad y hallaréis".

En nombre de eso que es lo real, declaro lo siguiente: cumpliendo con las enseñanzas del Evangelio Cristiano, pedí y se me dio; busqué y hallé; golpeé y se me abrió.

Tratándose de estudios tan largos y complejos como son esos de los Rosa‑Cruces; es incuestionable que el temario en modo alguno cabría dentro del estrecho marco del presente capítulo; por ello me limitaré a sintetizar y concluir.

CHACRA FRONTAL. Se desarrolla con la entonación de la Vocal I. Así: iiiiiiii. Facultad: CLARIVIDENCIA.

CHACRA LARÍNGEO. Se desarrolla vocalizando la letra E. Así: eeeeeeeeeee. Facultad: OÍDO MÁGICO.

CHACRA CARDIACO. Se desarrolla cantando la Vocal O. Así: oooooooooo. Facultades: INTUICIÓN; DESDOBLAMIENTOS ASTRALES, ETC., ETC.

CHACRA UMBILICAL. Se desarrolla entonando la Vocal U. Así: uuuuuuuuuu. Facultad: TELEPATÍA.

CHACRAS PULMONARES. Se desarrollan cantando la letra A. Así: aaaaaaaaaa. Facultad: RECORDACIÓN DE EXISTENCIAS ANTERIORES.

I.E.O.U.A. es el orden de las vocales. Con estas letras se forman todos los Mantrams.

Decía el Doctor Krumm Heller que una hora diaria de vocalización era mejor que leer un millón de libros de SEUDO‑ESOTERISMO y SEUDO‑OCULTISMO.

Yo entonces inhalaba con avidez suprema el Prana Cristónico, el aliento vital de las montañas, y luego exhalaba lentamente haciendo resonar la correspondiente vocal.

Manifiesto para mayor claridad que cada vocal iba precedida de una inhalación y que sólo resonaba al exhalar, (es obvio que inhalaba por las fosas nasales y que exhalaba por la boca).

RESULTADOS CONCRETOS

Todos mis Chacras Astrales o Centros Magnéticos intensificaron su actividad vibratoria rotando positivamente de izquierda a derecha como las manecillas de un reloj, visto, no de lado, sino de frente.

EJERCICIO RETROSPECTIVO

Con mucha didáctica nos enseñó el profesor cierto ejercicio retrospectivo maravilloso.

Nos aconsejó jamás movernos entre el lecho en el instante del despertar, explicándonos que con tal movimiento se agita el cuerpo astral y se pierden los recuerdos.

Es incuestionable que durante las horas del sueño las almas humanas viajan fuera del cuerpo físico; lo importante es no olvidar nuestras experiencias íntimas al regresar al cuerpo.

Nos indicó practicar en ese preciso momento un ejercicio retrospectivo con el inteligente propósito de recordar hechos, ocurrencias y lugares visitados en sueños.

RESULTADOS

Declaro solemnemente que tal ejercicio psíquico me resultó asombroso, porque mis recuerdos se hicieron más vívidos, intensos y profundos.

PLEXO SOLAR

De acuerdo con las instrucciones del profesor, diariamente (preferiblemente al salir el Sol), cómodamente me sentaba en un delicioso sillón con el rostro hacia el oriente.

Imaginaba entonces en forma extraordinaria una gigantesca cruz dorada, que desde el Este del mundo y teniendo al Astro Rey por centro básico, lanzaba rayos divinos, que después de atravesar el infinito espacio, penetraban dentro de mi Plexo Solar.

Me encantaba combinar inteligentemente tal ejercicio con la entonación mántrica de la Vocal U, prolongando el sonido como es debido: uuuuuuuuuuu.

RESULTADOS

Se produjo el insólito despertar de mi ojo telepático (ubicado como ya dijimos en la región del ombligo) y me torné exquisitamente hipersensible.

Como quiera que tal Chacra Magnético posee asombrosos funcionalismos, cual ese de atraer y acumular la energía radiante del globo solar, es obvio que por tal motivo mis flores de loto o ruedas astrales, pudieron recibir mayores cargas electro‑magnéticas que intensificaron más la radioactividad vibratoria.


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