Angel                      de mi guarda,
                  dulce compañía,
                  no me desampares
                  ni de noche ni de día
Las horas                      que pasan,
                  las horas del día,
                  si tú estás conmigo
                  serán de alegría
No me                      dejes solo,
                  sé en todo mi guía;
                  sin Ti soy chiquito
                  y me perdería
Ven siempre                      a mi lado,
                  tu mano en la mía.
                  ¡Ángel de la guarda,
                  dulce compañía!
                  Bendita la luz del día
                  y el Señor que nos la envía.


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