miércoles, 22 de octubre de 2008

TODO ES SATANICO PARTEII el chavo del ocho parte 2

1. EL AMOR Y LA MUERTE.
vfxxjo - Share on Ovi
El amor en “El chavo del 8” tiene su lado interesante. Hay que decir que, fundamentalmente, este punto se desarrolla en el sentido de pareja. Empecemos con los adultos que supuestamente son más maduros pero que, a diferencia de los niños, no resuelven sus conflictos y son los niños justamente quienes dan un paso más aunque sufren las consecuencias por ello. Veamos, Doña Florinda y el Profesor Jirafales se pasan la vida simplemente contemplándose el uno al otro, haciendo de su “relación” todo un monumento a la represión, Doña Florinda ha idealizado al Profesor Jirafales tal y como antes lo había hecho con Federico y lo hace con Kiko; en suma idealiza lo masculino, cosa que no es correspondida por el profesor quien puede apreciarla pero no idealizarla como se ve en los episodios en los cuales aparece Gloria, ven el concurso de Miss Universo o pelean ambos. Ellos viven una ilusión que, es probable, por su propio bien nunca pase de eso; el problema es que no lo aceptan y quieren revestirlo de una formalidad sofocante y burocrática como podemos ver aquí:

Kiko
(Contando con los dedos): “Quince tacitas más de café y ya tengo papi nuevo”
Profesor Jirafales: “Vengo a traerle este humilde obsequio”
Kiko (interrumpiendo): “Otra vez flores”
Doña Florinda:
“¡Tesoro!”
Kiko: “
¡Ay mami! ¡Es que siempre es lo mismo! ¿Porqué no te trae chocolates, otro día un abrigo de pieles, otro día joyas, otro día un auto último modelo, etc, etc?”
Doña Florinda: “¡Ay profesor! Ya sabe usted como son los niños. Pero pase ¿no gusta tomar una tacita de café?
Kiko:
“Otra vez café ¡con razón siempre te trae puras flores!”


Don Ramón y Doña Clotilde no son propiamente una pareja pese a los deseos de ella, sobre todo porque tienen objetivos diferentes. Doña Clotilde es una vieja solterona enamorada de Don Ramón pero que no lo idealiza porque suele ser más razonable; en cambio, él más bien la necesita para que le preste la plancha, le preste un televisor o le compre víveres. Como se ve hay algo que los une que es la necesidad, afectiva por el lado de ella y material por el lado de él y es probable que lo hayan entendido así. Otra relación interesante aunque con poco material para analizares la del Señor Barriga con su esposa, quien es una mujer de negocios que constantemente viaja a otros países sobre todo a España y muchas veces acompañada por su hijo Ñoño por lo que él se ve obligado a inventarse otra familia y esa es la vecindad perdonando a Don Ramón, ayudando al Chavo, participando en la fiesta de la buena vecindad, navidad, día de San Valentín, etc.

Dejo al final el caso de Gloria porque permite unir a los adultos con los niños. Gloria no es de la vecindad y en todo deja ver su extrañeza, en su maquillaje (es la única que lo usa bien), en su forma de vestir (es la única que usa jeans), en su forma de caminar y hablar. Todo eso le da un aire novedoso, cosmopolita y exótico que aumenta su atractivo (más allá del físico) para los hombres por muy distintos que ellos sean; sin embargo ella se tiene que ir como diciéndonos que lo más deseado y perfecto para nosotros no es para siempre sino que es efímero.

Don Ramón:
“Chilindrina, la señorita es el cielo; no perdón, el paraíso; digo, digo, es Gloria”


En los niños la situación es igual de frustrante pero más franca y sincera. Podemos comenzar con el Chavo y la Chilindrina, ésta última vive enamorada del protagonista pero no logra conquistarlo; más allá de su pequeña estatura y sus pecas, lo que no logra es hacer atractiva su propia histeria que no resulta agradable sino chocante, cosa que el chavo no demora en hacer notar.


Chilindrina: “..
.hasta puede que algún día te haga el favor de casarte conmigo”
Chavo: “¡Ay, porqué a mí siempre me habrá de tocar lo peor!”


Como se aprecia, el chavo no queda contento con esa posible situación futura que no ve como una promesa sino como una amenaza. Sin embargo, él no la rechaza, simplemente expresa su rabia ante un destino que siempre le resulta adverso pero al cual ya se encuentra habituado y ante esto solo queda la resignación. Por otro lado, la Chilindrina se ofende con la respuesta del Chavo y eso es comprensible; no obstante, hay algo que ella no percibe y es que en ningún momento el chavo dice que no, con lo cual se demuestra que ella no desea que el chavo diga que sí, esto es que asegure algo, sino que desea agradar, sentirse apreciada por un hombre porque así se identifica como mujer. Por esto, ella fracasa como pareja del chavo pero ello no quiere decir que nunca vayan a juntarse, simplemente quiere decir que para él, ella nunca será una mujer de verdad.


Radical diferencia con Patty (sobre todo la interpretada por Ana Lílian de la Macorra) quien al igual que su tía Gloria conquista rápidamente a sus pares del sexo opuesto por los mismos medios: ser una niña nueva en la vecindad, su forma de hablar y aunque no se maquilla, lleva consigo siempre un oso grande de peluche que le da un aire que no puede tener ni la Chilindrina ni la Popis (a pesar de su muñeca). Patty conquista al Chavo desde un inicio.

Patty:
“¡Hola! Yo soy Paaaatty”
Chavo (sorprendido y con los ojos abiertos):
“Pa’ mí”
Patty: “
No (sonríe) que me llamo Patty”

En esta escena Patty deslumbra al Chavo con su atractivo físico, con su forma de pararse y moverse, por ser una novedad en la vecindad y con su forma de hablar que la lleva a darle una entonación nueva a su nombre que le cambia el sentido con lo cual hace creer al Chavo que será para él; si tomamos la frase “la coquetería es una promesa de todo sin seguridad de nada” aquí queda contundentemente demostrada. Patty si sabe como ser mujer no solo para el Chavo sino para todos los demás niños de la vecindad, entre otras cosas porque sabe manejar su personalidad histriónica para lograr cosas, pero sobre todo para captar la atención que tanto necesita del sexo opuesto. Aquí la Chilindrina si tiene a alguien en casa a quien mirar y ese es Don Ramón, Patty no lo tiene y por eso ha de buscarlo fuera.
Como se ha podido apreciar; el amor aquí siempre queda frustrado, cortado sea por una mala elección, incompatibilidad de objetivos o por diferencias propias de los protagonistas que no se atreven a corregir. Por supuesto que hay momentos de ilusión y felicidad pero no alcanzar a compensar todo lo demás lo cual deja a los personajes frustrados ante un panorama que no parece que vaya a cambiar, pero no por ello se pierde la esperanza.
En otro punto, la muerte para los protagonistas de la serie es un tema en el que se muestra la contradicción e incoherencia de muchas personas. No cuesta mucho trabajo asustarlos con los espíritus chocarreros (de cuya existencia Doña Clotilde está firmemente convencida), la llorona, los muertos vivientes, etc.


Chilindrina: “Chavo ¿a ti no te da miedo las películas donde salen muertos que caminan?
Chavo: “Pues en todas las películas salen muertos que caminan, Pedro Infante, Jorge Negrete...”


Sin embargo, los accidentes y las enfermedades son motivo de burla para muchos de ellos o por lo menos no se lo toman muy en serio como los niños cuando juegan a los atropellados, a los bomberos, cuando Kiko o la Chilindrina están enfermos, Don Ramón se rompe una pierna o los ladrillazo o pedradas que sufre el Señor Barriga. En este punto hay algo verdaderamente irónico y es que el Chavo casi nunca se enferma pese a su desnutrición, a su suciedad y a su desprotección general. Esto es evidente en el capítulo en el cual la Chilindrina finge estar enferma pero finalmente contrae viruelas y contagia a todos los demás en la vecindad, excepto al Chavo, aquí un pasaje que condensa lo anterior.




Don Ramón: “Bueno, y tú que haces acá Chavo, qué no tienes miedo que la Chilindrina te pegue la viruela”
Chavo: “Por eso, yo quiero que se me pegue”
Don Ramón: “Oye Chavo, yo sabía que tú eras idiota pero no a nivel ejecutivo. La viruela es una enfermedad”
Chavo: Es que yo una vez estuve enfermo y en un solo día me dieron 3 veces de comer”.
Don Ramón: “¿Le lavaron los dientes al perro con mi cepillo de dientes?” Chavo y Chilindrina (Miran con cara de arrepentimiento)
Don Ramón: “¡Y luego porque vienen las enfermedades!” Chilindrina: “¿Cuáles enfermedades?”
Don Ramón: “¡Todas!”
Chavo: “¡Con razón se murió el perrito!”
Don Ramón (con preocupación): “¿Qué?”
Chavo: “Pobre animal”
Don Ramón (mira fijamente al Chavo)
Chavo: “Yo digo el perro, menso”

Al final de este capítulo todos los protagonistas enferman de viruela salvo el Chavo pero curiosamente ello no es impedimento para que realicen sus actividades normales. El mensaje que nos deja sería que nada rompe la dinámica de la vecindad y el único que se da cuenta del cambio, para variar, es el chavo, y lo hace a su estilo:

Chavo (en su barril): “Yo que quería que se me pegue y fue al único al que no se le pegó, siempre todo yo, todo yo, todo yo” (observa una prenda blanca con bolas rojas) “Hasta los calzones tienen viruela”


¿Por qué se lamenta el chavo de no enfermar? Porqué no puede comer, pero hay más porque una enfermedad es una amenaza a al integridad del cuerpo humano pero los niños de 8 años no saben de bacterias, virus, infecciones, síntomas ni nada de eso; ellos solo saben de la enfermedad que produce dolor y la pueden llegar a entender como un castigo, y para el chavo ese castigo viene por una trasgresión como es comer 3 veces al día una dieta balanceada para un niño como él porque eso no está permitido por la sociedad ni aun si el sujeto está dispuesto a cumplir su pena. Además sentir la integridad de uno amenazada supone que la persona se siente completa pero el Chavo no se siente así sino que en el deseo de enfermara también hay un deseo de aceptar las deficiencias y que se necesita de alguien que lo alimente, lo cuide, se preocupe por él, o sea, que lo haga sentir persona. Es una forma de rendirse.

2. LAS CARENCIAS.
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Esto es algo común a todos los personajes y es que nadie puede sentirse completamente satisfecho ni “perfecto”. A Kiko le hace falta un padre, eso queda muy claro aunque el Profesor Jirafales quiera ponerse en ese lugar no logra ser ni más que una caricatura de padre y Doña Florinda, entonces, intenta compensar esa falta prodigando a su hijo todos los caprichos que desee desafiando algunas veces toda lógica. *


Kiko: “Mami, me das dinero para comprar un millón de tortas de jamón”
Doña Florinda: “Si tesoro, toma” (Luego pregunta confundida) “¿Cuántas tortas dijo que iba a comprar?”
Chavo: “Un millón”
Doña Florinda (Con expresión de angustia): “No le va a alcanzar”


Un caso semejante es el de la Chilindrina cuya madre falleció al traerla al mundo, pero a diferencia de Kiko, ella no busca una madre ni la encuentra aunque ocasiones no le han faltado.

Doña Clotilde: “Don Ramón, lo que la Chilindrina necesita (intentando ponerse provocativa) es una madre” Don Ramón: “¡Caray! Doña Clotilde, pues...”
Doña Clotilde: “Sí Don Ramón, una madre que la vigile”
Don Ramón: “¡No! Para vigilar a la Chilindrina tendría yo que casarme con la CIA”


Como vemos, Don Ramón no cree que pueda haber una madre para la Chilindrina ni le preocupa mucho el tema ni compensa esta carencia como lo haría Doña Florinda pues el quiere y educa a su hija a su manera. Una figura que hace las veces de madre es Doña Nieves aunque según su propio estilo, esto es, sin mucha disciplina como se lo reprochó una vez Don Ramón. Del padre de la Chilindrina puede decirse que sus principales necesidades no son afectivas sino económicas pues vive escondiéndose del Señor Barriga para evitar pagar la renta y subsiste principalmente gracias a la caridad de Doña Clotilde; sin embargo nada de ello es motivo para que Don Ramón trabaje salvo esporádicas ocasiones ya que ha aceptado sus deficiencias y vive con ellas.


Don Ramón: “¿Y cuántos litros de leche va a querer, Doña Florinda?”
Doña Florinda: “No me diga que ahora está de lechero”
Don Ramón: “Pues sí, lo que pasa es que el lechero no va a poder venir esta semana, mientras yo estoy en su lugar”
Doña Florinda: “¡Oh, sí! Lo dice como si fuera un trabajo de gran categoría”
Don Ramón: “Señora mía, sépase que no hay trabajo malo; lo malo es tener que trabajar”

Al hablar de deficiencias no solo debemos referirnos a lo económico sino a lo académico pues Don Ramón es tenido por ignorante y falto de instrucción, que siente vergüenza cuando la Chilindrina encuentra sus libretas de notas, cuando no sabe que son los energéticos o cuando va a la escuela y termina siendo el único que gana las orejas de burro. No obstante, se enorgullece de haber sido cantante, boxeador y beisbolista; de saber tocar la guitarra, o sea de haber sido educado por la vida, de “haberse hecho a sí mismo” como alguna vez dijo, de ser un sobreviviente gracias a un saber empírico que no siempre es valorado pero que se termina imponiendo en la vecindad.

Chavo: “Pero usted como cantante era infame”
Don Ramón: “Óyeme, óyeme, óyeme, como dices eso si nunca me has escuchado cantar”

Chavo: “Pues usted dijo que nunca tuvo fama”
Don Ramón: “Sí, pero yo pude haber sido un cantante de fama pero hubo gente que hizo hasta lo imposible para evitar que yo cantara”
Chavo: “El público”


Para hacer referencia a otros personajes tomamos a Doña Florinda y el Profesor Jirafales quienes sufren la ausencia de una persona con la cual acompañarse y compartir pese a que sus antecedentes no son iguales pues en el caso de Doña Florinda, enviudó de su esposo al cual adoraba y cuyo recuerdo pervive gracias a Kiko; por otro lado el Profesor Jirafales es soltero y siempre lo ha sido aunque se sabe poco de su vida. De cualquier manera ambos comparten una ilusión que es una manera de llenar el vacío.

Queda por ver al Señor Barriga quien es un hombre adinerado que a primera vista no parece requerir algo, ni siquiera le es muy urgente el dinero que percibe de los inquilinos de la vecindad por más que el sostenga que cobrar la renta es como comer (interesante alusión a una necesidad básica). Lo que realmente une al Señor Barriga es una relación de codependencia con los habitantes del solar que sustituye a la familia que él no puede encontrar en su esposa y su hijo aunque no por ello deja de existir agresividad entre ambos bandos:

Doña Florinda: “¡Claro! Como él es rico y puede jugar donde quiera”
chavo“Si, es tan rico que dicen que ni siquiera tiene que ir al baño”
Don Ramòn: “Òyeme no Chavo. Los ricos también tienen que ir al baño”
Chavo: “Entonces ¿Por qué dicen que los ricos no tienen necesidades?”


Puede verse nuevamente como se alude a algo muy básico en la relación de la vecindad con el Señor Barriga y además cómo el Chavo al decir una aparente tontería expresa el deseo de los habitantes de la vecindad de idealizar al propietario como si fuera un dios que se encuentra libre de cumplir con funciones animales y que es el único que puede soportar el incumplimiento de Don Ramón, los golpes del chavo y las burlas de Doña Florinda. Quienquiera que desee separarlos lo tendría muy difícil como cuando el Señor Barriga decide vender la vecindad y el nuevo dueño es echado prácticamente por los inquilinos. Conviene señalar que el Señor Barriga fue muy pobre y que nació en esa vecindad lo cual lo arraiga aun más. Por otro lado ¿qué hace el hijo de un millonario asistiendo a la misma escuela a la cual van niños pobres? Esto se entiende como la prolongación del vínculo del propietario con los arrendatarios y que si lo juntamos con lo ya dicho puede entenderse como la compulsión del Señor Barriga por ayudar a estos inquilinos pobres como respuesta a un sentimiento de culpa que proviene de haber logrado reunir fortuna en la vida y que ellos no lo han logrado a pesar que tuvieron orígenes semejantes.

Para terminar está el chavo de quien hay mucho por decir pues a él le falta de todo y a la vez, siendo la carencia en persona, poco que añadir. El chavo llega a la vecindad solo con su ropa y nadie sabe de donde viene y Don Ramón le da la bienvenida con una regañada; poco a poco se gana el cariño de sus nuevos vecinos, hace amigos, se apodera de su barril característico el cual llega a ser su símbolo y su refugio pese a que –oficialmente- vive en el departamento número 8 de la finca. La franqueza y crudeza de los niños también llega al chavo para recordarle su miserable situación.

Chilindrina: “Vas a ver, le voy a decir a mi papá que me dé un peso para comprar otro algodón y tú no tienes nada, ni siquiera papá”
Chavo: “Pa’ que te lo veas que si tengo papá” Chilindrina: “¿Tú tienes papá?”
Chavo: “Sí, lo que pasa es que todavía no me lo han presentado”

Como conclusión debe quedar lo siguiente: En la vecindad todos están solos pese a que puedan tener un@ compañer@, amig@ o alguien en quien confiar. Cada un@, sea adulto o niño, hombre o mujer, rico o pobre está solo y así debe construirse a sí mismo.

3. PROBLEMAS DE AUTORIDAD.

Una de las cosas que más destaca del “Chavo del 8” es su irreverencia, o sea el cuestionamiento de ciertas actitudes, creencias y demás que suelen ser aceptados por la mayoría de personas. Debe entenderse la palabra cuestionamiento como posibilidad de encontrar nuevas opciones y mejores que las actuales. Sin embargo, hay casos en los cuales no se presenta la irreverencia sino la anomia como veremos. *

3.1. La autoridad intelectual.

Es aquella que la sociedad confiere a determinadas personas con educación superior y, por tal motivo, capacitados para emitir juicios válidos sobre la materia que les corresponde. En este caso, es claro que ella recae sobre el Profesor Jirafales quien es el supuesto especialista en educación y manejo de los niños, cosa que es puesta en duda incluso por éstos últimos no con palabras sino con actitudes y con su propio desempeño ¿o acaso alguno de ellos ha progresado en conocimientos académicos? No, ellos no son “inteligentes” sino que tienen su lógica especial, inaccesible para adultos como el Profesor Jirafales. Los siguientes diálogos condensan lo dicho anteriormente:

Don Ramón: “Mire profesor, usted será muy maestro de escuela y todo lo que quiera pero los niños no solo necesitan saber que Francia es la capital de Europa”
Profesor Jirafales: “Que ¿Qué?”
Don Ramón: “Francia, la capital de Europa… ¿no?”
Profesor Jirafales: “(En silencio)
Don Ramón: “Bueno, pero los niños también necesitan saber lo que es la vida.
Profesor Jirafales: “¡Y acaso yo no puedo enseñarles eso!”
Profesor Jirafales (Dirigiéndose a la clase tras obtener respuestas equivocadas): “Niños, por favor, tomen sus libros y cuadernos. Mientras ustedes tengan un libro en las manos crecerán y serán mejores cada día, progresarán y triunfarán; serán gentes de bien y de provecho. En otras palabras, mientras tengan un libro en las manos… serán como yo”
Clase: (Arroja los libros inmediatamente)
Profesor Jirafales: (Abre los ojos y queda boquiabierto sin poder creer lo que ve)

Profesor Jirafales: “¿Y tú chavo?”
Chavo: (Muestra su dibujo)
Profesor Jirafales: “¿Qué es eso?”
Chavo: “Es una chiforínfula” Profesor Jirafales: “Y ¿qué es eso?”
Chavo: “Es una cosa que yo inventé. Me quedó igualita ¿no?”
Profesor Jirafales: “Sí, bueno tienes 6”
Chavo: “¿Por qué? Si me salió igualita me tiene que poner 10”


Como vemos en el primer diálogo, es Don Ramón –un hombre muy poco cultivado- quien cuestiona las cualidades del Profesor Jirafales para ser maestro de los niños lo cual queda justificado en el último diálogo cuando el chavo muestra algo de su inspiración él no da la atención que merece y da una respuesta desganada con un calificativo aprobatorio para deshacerse de él pero el chavo con su brillantez logra ponerlo en evidencia. Es el gran pecado del Profesor Jirafales y con el cual Chespirito nos da su punto de vista sobre la instrucción oficial; no reconoce el talento aunque lo vea con sus propios ojos todos los días, porque el chavo, pese a sus muchas deficiencias muestra otras capacidades y la Chilindrina que es tan hábil para los juegos de palabras, hacer travesuras y escaparse de la vigilancia de quien sea, son desaprovechados y agredidos por un maestro que no puede darse cuenta que el encasillamiento y la rigidez no valen cuando al frente hay genio de verdad.


3.2. La autoridad legal.

Es aquella que es otorgada por las leyes y reglas que rigen la sociedad y que es aquí representada por el Señor Barriga sobre los inquilinos de la vecindad. El Señor Barriga es el dueño de la vecindad y formalmente puede hacer con ella lo que más le convenga como venderla al Señor Calvillo debido a su delicado estado de salud que le obliga a vivir a nivel del mar, pero los vecinos no aceptan al nuevo dueño y lo expulsan más aún cuando planeaba derribar la vecindad. El Señor Barriga representa a la ley formal que demanda el pago de la renta, prohíbe jugar al fútbol en el patio, se niega a arreglar las goteras antes que se pague la mensualidad pero también representa el fracaso de este tipo de norma lo que origina la ley informal que es la que permite el atraso en los pagos, soporta los golpes y las burlas, acepta que el chavo y Don Ramón también para él, invita al chavo al cine y a Acapulco, participa en las celebraciones de la vecindad, etc.

Don Ramón: “Pero que forma es esa de tratar al Señor Barriga que es todo corazón, que se ha dignado a compartir el pan con los pobres…”
Señor Barriga: “Vamos, vamos Don Ramón, recuerde que yo también fui muy pobre”
Don Ramón: “¿Usted fue pobre?”
Señor Barriga: “Sí, incluso yo nací en esta vecindad”
No hay nada que ayude a consolidar más la autoridad formal que la distancia y la impersonalidad. Entre el jefe y el subordinado no puede haber un trato de iguales, de amigos porque eso propicia el liderazgo informal que socava el otro tipo de autoridad. No se trata de elegir uno u otro por ser bueno sino porque se amolda mejor a diversas situaciones.

¿Por qué fracasa la ley en las sociedades latinoamericanas? En primer lugar porque ninguna ley puede triunfar absolutamente ya que eso destruiría al mundo, peor hay más pues –al final- una norma es un instrumento creado por el ser humano para hacer posible una convivencia mejor y más justa. Pero en estas sociedades la ley es percibida como un estorbo porque no atiende la vida diaria de la mayoría de las personas que la ven como algo inútil antes que como una ayuda ante lo cual se buscan hacer las leyes más rígidas sin respetar los acuerdos informales que llenan los vacíos que deja la formalidad, esos acuerdos que en terapia llamaríamos transferencia y contratransferencia que no pueden ser obviados ni silenciados pues se corre el riesgo de desvirtuar la relación entre las partes y la ley está ya desnaturalizada.

Todo esto es fácilmente apreciable en “El Chavo del 8” Entonces ¿cómo se resuelve este conflicto? Pues con una solución intermedia, o sea la autoridad formal se permite incumplir las normas para obtener la aceptación de la mayoría la cual no puede cumplir objetivos ni desarrollarse como ocurre en la vecindad, pasan los años y siguen en la pobreza. Cuando se enfrentan la ley formal contra la ley informal triunfa la última y eso lo saben todos aunque no sean instruidos e, incluso, ni siquiera lo noten. *

Don Ramón: “¿Sabe usted a quien acaba de gritar? A todo un globero profesional, a un auténtico representante del folclor nacional. Se expone usted a que lo demanden por daños y perjuicios”
Señor Barriga: “No fue mi intención. Le pido que me disculpe”
Don Ramón: “Es usted disculpado”
Señor Barriga: “Dispénseme”
Don Ramón: “Es usted dispensado”
Señor Barriga: “Excúseme”
Don Ramón: “Es usted excusado”
Señor Barriga (sorprendido): “Compermiso”


3.3. La autoridad de los adultos.
Es la que se cuestiona con más frecuencia y es que los niños con sus curiosidades y demás enseñan cosas a los adultos que creen que ya lo saben todo o que, por lo menos, no hay nada que aprender de los niños; sin embargo ellos dicen lo que piensan y no tienen temor de señalar los errores de los mayores. Ejemplo:

Don Ramón: (Se martilla un dedo por error)
Chavo: “Y después dicen que el menso es uno”
Profesor Jirafales: “(Explicando como decir ”veterinario”) “Repite conmigo: vete” Chilindrina: “¡Lárgate!” Profesor Jirafales: (Sorprendido)
Chilindrina: “Es que me dices que te trate de tú y después no te aguantas mano”
Profesor Jirafales: (Dirigiéndose a Kiko y al Chavo) “¿Qué pasa aquí?”
Chavo: “Estábamos jugando yo y Kiko”
Profesor Jirafales: “El burro por delante…”
Chavo: “Pase usted”


Malicha: “No debiste decirme que Doña Clotilde era una bruja” Doña Clotilde: “Muy bien, niña” Malicha: “Me hubiera bastado con verla”


El tercero de los diálogos arriba expuestos es ejemplificador de las ideas de los adultos que chocan contra la de los niños. El profesor asume que el chavo desconoce las reglas de urbanidad pues se nombra a sí mismo antes que a Kiko, sin embargo aquel demuestra que si conoce las reglas de educación y usa una de ellas para decirle al maestro que es un burro, para él los buenos modales empiezan por decir la verdad y no deben ser una hipocresía innecesaria. Los choques generacionales son algo común y los niños de la vecindad buscan formas de hacer frente al mundo adulto. Una de ellas es crear un espacio propio donde puedan desenvolverse con más libertad y es así como sobresale “el otro patio” como un lugar donde los niños pueden ser más ellos mismos escapando de la vigilancia de los mayores destacando sobre todo “la fuente de los deseos” que es una fuente en apariencia común y corriente pero se le atribuye el poder de conceder los más preciados deseos a quien eche unas monedas al agua con los ojos cerrados, como dato adicional hay que decir que hay otra en la escuela con los mismos poderes que su par de la vecindad y aunque la leyenda de ambas es creada por la Chilindrina para apoderarse del dinero de Kiko, el Chavo, Ñoño, la Popis, etc. lo importante es apreciar el deseo de creer en algo mágico e inagotable que cumplirá los deseos de todos, pero la realidad –como siempre- no tarda en hacerse presente y la autora del engaño se ve obligada a crear reglas que rijan a los peticionarios (echar la moneda con los ojos cerrados, no recoger las monedas de dentro de la fuente, no pedir malos deseos, pedir solo un deseo con una moneda) convirtiendo el soñado paraíso –que había convencido a la misma Doña Florinda- en algo burocrático. De cualquier manera, esta fuente tenía sus limitaciones. *

Kiko: “¿Qué será bueno pedir?”
Chavo: “¿Porqué no pides que se te quite lo bruto?”
Kiko: “En primer lugar, no se debe pedir imposibles y en…”


4. CUESTIONES EDÍPICAS

. Este es un tema que recae sobre todo en la Chilindrina y en Kiko. En la primera se da algo interesante y es que su madre fallece al traerla al mundo, o sea que la Chilindrina cumple con el sueño edípico –matar a la madre y quedarse con el padre; por su parte, el padre no busca una nueva mujer y vive solo con su hija, de esta manera empieza la Chilindrina su relación con el mundo masculino y configura su personalidad histérica.

Chilindrina:
“¡Papito lindo, mi amor, qué lindura de viejito! ¿Me das un peso para ir a comprar a la tienda?”
Don Ramón: “Un peso, un peso, es todo lo que sabes decir. Deberías aprender a mí que en mis tiempos yo no pedía pesos, pedía centavos”
Chilindrina: “Bueno, ¿me das 100 centavos?”
Don Ramón: “No”


Chilindrina: “Vas a ver, le voy a decir a mi papá que me insultaste, que me pegaste, que me diste de trompadas, me diste de ladrillazos y que me quisiste matar, gue, gue, gue”
Chavo: “Me vas a acusar con tu papá o le vas a contar toda nuestra vida”


En el primer caso la Chilindrina halaga a su padre y luego le pide dinero a cambio de ello y en el segundo caso pretende asustar al chavo. Ninguno de sus intentos logra éxito y más bien están cerca de provocar una sonrisa por el deficiente manejo de su histrionismo.

Sin embargo, el caso que se presenta más rico e interesante es el de Kiko. Su padre muere cuando él era aun muy pequeño y vive entonces solo con su madre la cual no vuelve a tener marido aunque si un pretendiente que es el Profesor Jirafales; ellos dos son los hombres más importantes de Doña Florinda y entre ellos se va a dar una relación muy especial pues Kiko necesita un padre y su madre lo sabe, por ello quiere que el Profesor Jirafales le enseñe sobre la vida y como ser todo un hombre.


Doña Florinda: “Pero ¿a que puede aspirar Kiko si solo ve a pelafustanes como Don Ramón?” Profesor Jirafales: “Todo es cuestión de saberlo guiar”

Doña Florinda (Deslumbrada y suplicante) “Pero para eso hace tanta falta un padre”
Profesor Jirafales: “Kiko, ven acá; dime, cuando seas grande ¿con que vas a comer?”
Kiko: “Pues con la boca”
Doña Florinda: “No tesoro, el profesor pregunta que con que te vas a sostener”
Kiko: “¡Ay mami, pues con las piernas!
Doña Florinda: “¿No gusta pasar a tomar otra tacita de café?”
Profesor Jirafales: “Sí, vamos”


Puede apreciarse que el Profesor Jirafales fracasa en el intento de ser el padre de Kiko entre otras cosas porque su pregunta de carácter existencial desborda la capacidad intelectual de Kiko que está a nivel concreto. Por tal motivo, tal vez Kiko respete al profesor como adulto y maestro de escuela pero no puede identificarse con él como debiera hacerlo con un padre. Además, luego de no poder convencer a Kiko, el Profesor Jirafales se va con Doña Florinda siendo ella quien lo invita a salir de la situación negando a su hijo para quedarse con el hombre. Doña Florinda no es buena madre porque no tiene marido, no puede dar porque necesita que le den.


Si Doña Florinda necesita un hombre ¿Por qué no se queda con el Profesor Jirafales? Pues porque no lo ama, está enamorada de lo que él representa pero no de él. Para entender mejor hay que retroceder a la última vez que Don Federico (padre de Kiko) habló con Doña Florinda; en aquella oportunidad él no atendió los consejos de su esposa que tenía un mal presentimiento y le sugería suspender el viaje o tomar precauciones exageradas, tras su muerte ella debió guardar rabia y sentimientos ambivalentes hacia el difunto –al cual amaba mucho- por no haberla escuchado a tiempo y que ahora la dejaba sola. Entonces Doña Florinda necesita proyectar esos deseos negativos sobre alguien, ese alguien es Don Ramón, el verdadero padre de Kiko.

Chavo y Kiko: “Don Ramón ¿qué son los energéticos?”
Don Ramón: “¿Los energéticos? Pues los energéticos son… son… pues si el mismo nombre lo dice, los energéticos son… pues los energéticos”
Profesor Jirafales (Irrumpiendo por el portón) “No Don Ramón. Los energéticos son todo lo relacionado a la energía, la cual, a su vez, es definida científicamente como la capacidad de realizar algún trabajo”
Kiko y Chavo: (Miran con sorpresa)
Don Ramón (sorprendido): “Eso es, usted me ha quitado las palabras de la boca”

Los niños recurren a Don Ramón pese a que saben que es un hombre inculto, el cual tiene que ser auxiliado por el Profesor Jirafales quien es el que da la respuesta correcta, pero no logra identificarse con los niños y menos con Kiko quien recurrirá a Don Ramón muchas veces más para saber como tocar la guitarra, serruchar madera, jugar fútbol, etc. y es de él de quien recibe lecciones y castigos lo que lo constituye como su verdadero padre, un padre con el que se identifica, del cual aprende y al que puede insultar como chusma. Es interesante ver como Kiko recurre a Don Ramón como padre porque sabe que no le va a quitar a su madre y es por ese mismo motivo que induce –y a veces, reta- al Profesor Jirafales a quedarse con su madre, porque sabe que no lo puede hacer.

Doña Florinda: “Porque el Profesor Jirafales siempre propone cosas inteligentes, propone cosas justas, propone cosas buenas…”
Kiko: “Lo único que no propone es matrimonio”


Desde la perspectiva de Doña Florinda, las cosas son distintas para ella pues recurre a una defensa que le permite visualizar los hechos y las personas como absolutamente buenos y absolutamente malos. Lo bueno es Kiko, quien hereda todas las cualidades del padre –al menos según la percepción de Doña Florinda- y lo malo es Don Ramón quien recibe todos los defectos que ella hubo de apreciar en Don Federico y que no le dejan ver cosas apenas rescatables en Don Ramón pues si así fuera debería aceptar que Kiko tiene defectos y eso es intolerable para ella. Después de todo ¿cómo queda el Profesor Jirafales?, pues como un ser que pertenece al mundo real y que no puede ser el hombre de Doña Florinda, ella solo aceptaría a un hombre que sea como Kiko o, tal vez, -aunque en menor medida, como Don Ramón, esto es que le recuerden a Don Federico.

Algunos detalles interesantes y adicionales son que Don Federico era un hombre de mar, sin embargo su hijo no sabe nadar lo cual es algo que nos muestra lo difícil que es para Kiko ser como su padre y la consecuente frustración que ello producirá en Doña Florinda. Finalmente no hay que olvidar que Kiko padece enuresis nocturna; estos detalles nos orientan a ver el conflicto y la dependencia de Kiko respecto de su madre.

PALABRAS FINALES

Estoy seguro que se pueden decir muchas más cosas acerca del Chavo del 8 y de una manea más sistematizada y completa. De un lado tenemos que la cantidad de personajes que están involucrados capítulo a capítulo dan una serie de matices muy variados que deben llamar nuestra atención y a ello se suma el hecho que –como buen artista- Roberto Gómez Bolaños ha sabido recrearlos de una manera que resulten ciertamente creíbles y que se complementen unos con otros. Como ejemplo de esto tenemos que la serie tiene una ventaja que es presentar un aspecto de la vida diaria como la violencia, por el cual la mayoría de personas guarda mucho temor, de una manera que no es chocante sino muy real y absolutamente desapasionado (sin buenos ni malos ni ganadores o perdedores) para lo cual utiliza muy bien a los niños y al mundo infantil a través de lo cual borra sin más ni más la falsa idea que los niños son siempre “buenos” con los adultos y entre ellos mismos. *Habiendo sido lo antes dicho resultado de una serie de ideas y reflexiones que están en el aire es difícil que de una buena vez salga un producto terminado y casi sin errores, por eso es muy probable que haya habido omisiones de importancia e inclusión de cosas poco trascendentes y que algunas otras no estén muy bien fundamentadas. Sin embargo creo que he hecho todo lo que podía abarcar y de lo que tenemos que estar seguros es que tanto Roberto Gómez Bolaños como su creación más grande –“El chavo del 8”- son parte de la cultura contemporánea latinoamericana y mundial; solo por ese motivo merece nuestra atención.



ANEXO: CURIOSIDADES
Nunca faltan detalles curiosos y más aún tratándose de “El Chavo del 8”. Aquí algunos de ellos:

- La voz oficial que presenta cada capítulo de “El Chavo del 8” pertenece a Gabriel Fernández, esposo de María Antonieta de las Nieves.

- El primer capítulo de la serie fue emitido el lunes 22 de junio de 1970.

- Todos con seguridad recordamos el capítulo en el cual Don Ramón hace fingir a la Chilindrina que tiene viruela, en aquel capítulo el Señor Barriga pide permiso para ver a la “enferma” pues dice haber estudiado medicina. En una situación real, Edgar Vivar si sería de utilidad pues es médico de profesión.

- María Antonieta de las Nieves interpretó a la inolvidable “Chilindrina” durante algún tiempo hasta con dos meses de embarazo.

- La rivalidad entre Roberto Gómez Bolaños y Carlos Villagrán se extiende más allá de su participación con los personajes de la serie llegando a las simpatías por equipos de fútbol pues “Chespirito” es hincha del “América” y Villagrán lo es de su más grande rival, el “Guadalajara”.

- 1970 fue un año importante para el arte contemporáneo en México pues fue el año de la última película de Mario Moreno “Cantinflas” (“El profe”) pero el inicio de la carrera grande de Gómez Bolaños en televisión.

- Ramón Valdez siempre ha sido vinculado en su participación televisiva con el hampa como lo vemos en sus personajes de “El Tripaseca”, “El Rascabuches”, “el pirata Almanegra”, “El Peterete”, como un vulgar ladrón en muchos capítulos de Chespirito y, claro, como Don Ramón. Sin embargo, en la vida real era muy parecido a Don Ramón pues luego de llegar tarde a las grabaciones, Gómez Bolaños le solía decir “solo se tú mismo” y el obedecía. Y ya vimos los resultados.

- “El chavo del 8” tuvo un triste final en el año 1995. Por aquella época ya era una leyenda, pero del pasado.


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